¿Qué es la inversión sostenible y qué son los criterios ASG por los que se rige?
Aunque el concepto de inversión sostenible existe desde hace más tiempo del que uno puede pensar, las inversiones sostenibles se han incrementado visiblemente en los últimos tiempos. Tanto es así que hoy en día resulta vital para cualquier compañía generar oportunidades de inversión con un impacto positivo. Esta inversión está regida bajo los criterios ASG.
En diciembre de 2020, los fondos de inversión de carácter sostenible superan los 4.000, tras un importante ascenso a causa de la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, el origen de la inversión sostenible se remonta a la década de 1970, hace más de 50 años, cuando se crean los primeros fondos de inversión sostenibles ante el incremento de la demanda de un comportamiento corporativo responsable. Una década más tarde, el vertido del barco Exxon Valdez motivó la creación de la Coalición para Economías Medioambientales Responsables (CERES), haciendo así que la sostenibilidad llegase a las instituciones. Desde entonces, los acuerdos entre organismos internaciones no han dejado de sucederse. En 1990, se firma el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de dióxido de carbono; en el 2000, se alcanza el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (ONU) para incorporar asuntos ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo al mundo de la empresa; y en 2015, 193 países aprueban los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, un plan de acción para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos.
Pero, ¿qué se considera como inversión sostenible?
La inversión sostenible trata de tomar decisiones de inversión basándose en factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG o ESG, por sus siglas en inglés):
- Ambientales (A): Cómo abordan las compañías el cambio climático y el impacto de sus actividades en el planeta.
- Sociales (S): Cómo opera una compañía en su comunidad, tanto en lo referente a condiciones laborales como en sus relaciones con los trabajadores o los derechos humanos.
- Gobierno corporativo (G): Liderazgo de la compañía en asuntos como remuneración de sus ejecutivos, diversidad, influencia política o fiscalidad.
Además, existen otros términos para referirse a la inversión ASG y a sus diferentes enfoques. Entre ellos destaca la ISR o Inversión Socialmente Responsable que se define como un estilo de inversión que integra los factores ASG en los procesos de análisis y selección de los valores de una cartera de inversión para conseguir mejores retornos a largo plazo para los inversores y beneficiar a la sociedad al influir sobre el comportamiento de las compañías.
¿Inversión sostenible y rentabilidad pueden ir de la mano?
Invertir bajo criterios ASG no es sinónimo de menor rentabilidad. Este tipo de inversión ofrece la oportunidad de generar un impacto positivo en la sociedad a la vez que se obtiene rentabilidad ajustada a riesgo en el largo plazo. A medida que las economías mundiales tratan de sobreponerse al impacto económico de la Covid-19, la inversión sostenible se posiciona como parte esencial de la trayectoria a seguir en la recuperación, tanto por los principios que impulsa como por sus crecientes beneficios.
El negocio de Santander Asset Management lleva el mismo ADN y está totalmente comprometido con la sostenibilidad. Fuimos el primer gestor de activos en España en integrar los factores ASG en nuestros análisis, plataforma de inversión y gama de productos, y con esa base hemos avanzado con nuestra experiencia y conocimientos para desarrollar nuestro propio sistema de calificaciones ASG que se aplica en toda nuestra actividad a nivel global.
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